La primera de ellas es: QUIERO Y RESPETO A MIS COMPAÑEROS, con la mariquita Paquita como protagonista.
Había
una vez una mariquita que tenía 4 años que se llamaba Paquita. Como todas las
mariquitas, era roja con puntitos negros. Ese año iba a la clase de la señorita
Rosa. Paquita era una mariquita muy simpática, todos la querían y sabía hacer
muchos amigos. Era lo que todos admiraban de Paquita, que todo el mundo quería
estar con ella y que era la mejor amiga de todas las mariquitas.
Algunas que no la conocían pensaban que esto ocurría porque Paquita era muy
guapa, pero no era por eso. Paquita no era ni guapa ni fea, era normal; en su
clase había mariquitas bastante más guapas que ella y no por eso el resto de
las mariquitas estaban tan a gusto con ellas como con Paquita.
Otros pensaban que era porque Paquita trabajaba muy bien. Pero tampoco era por eso. Paquita hacía sus trabajos y se esforzaba, pero otras mariquitas de la clase dibujaban, coloreaban o trabajaban mejor que ella y no eran mejor amigas que Paquita.
Os voy a contar cuál era el truco y el secreto de Paquita para ser tan querida por los demás, tener muchos amigos y que todos se sintieran a gusto con ella. Siempre que veía a alguien conocido le decía sonriendo:
- Hola, ¿cómo estás?
Si alguna mariquita le contaba algo, Paquita siempre escuchaba mirando a los ojos.
Paquita animaba a las mariquitas de su clase cuando tenían que hacer algo, para que se sintieran más tranquilas al hacerlo.
Un día la señorita mandó un dibujo y a una mariquita de su clase le salió precioso, fue el más bonito. Paquita le dijo:
- ¡Qué bonito te ha salido el dibujo, qué bien dibujas!
Siempre felicitaba a las demás cuando algo les salía bien, aunque lo hicieran mejor que ella.
Paquita también hacía cumplidos a los demás. Un día una mariquita vino a la clase muy guapa y Paquita le dijo:
- ¡Qué guapa vienes hoy y que lazo tan bonito te ha puesto tu mamá!
Otros pensaban que era porque Paquita trabajaba muy bien. Pero tampoco era por eso. Paquita hacía sus trabajos y se esforzaba, pero otras mariquitas de la clase dibujaban, coloreaban o trabajaban mejor que ella y no eran mejor amigas que Paquita.
Os voy a contar cuál era el truco y el secreto de Paquita para ser tan querida por los demás, tener muchos amigos y que todos se sintieran a gusto con ella. Siempre que veía a alguien conocido le decía sonriendo:
- Hola, ¿cómo estás?
Si alguna mariquita le contaba algo, Paquita siempre escuchaba mirando a los ojos.
Paquita animaba a las mariquitas de su clase cuando tenían que hacer algo, para que se sintieran más tranquilas al hacerlo.
Un día la señorita mandó un dibujo y a una mariquita de su clase le salió precioso, fue el más bonito. Paquita le dijo:
- ¡Qué bonito te ha salido el dibujo, qué bien dibujas!
Siempre felicitaba a las demás cuando algo les salía bien, aunque lo hicieran mejor que ella.
Paquita también hacía cumplidos a los demás. Un día una mariquita vino a la clase muy guapa y Paquita le dijo:
- ¡Qué guapa vienes hoy y que lazo tan bonito te ha puesto tu mamá!
A
las demás mariquitas les gustaba
escuchar los cumplidos de Paquita y por eso la querían tanto, porque a casi
todo el mundo le buscaba algo bueno para hacerle cumplidos.
Además si alguna mariquita había faltado a clase porque había estado enferma, Paquita le preguntaba después como se encontraba.
Algunas veces se portaban mal con Paquita. A Paquita no le gustaba que le cogieran las cosas sin su permiso. Si alguna mariquita le cogía algo sin habérselo pedido, se lo decía sin gritar:
- Sabes que no me gusta que cojas mis cosas sin decírmelo. Dámelo y la próxima vez me lo pides.
Tampoco le gustaba que se metieran con ella o le dijeran cosas. A veces se metían con sus antenas porque las tenía muy grandes. Cuando eso ocurría Paquita lo decía muy clarito sin enfadarse y sin llorar:
Además si alguna mariquita había faltado a clase porque había estado enferma, Paquita le preguntaba después como se encontraba.
Algunas veces se portaban mal con Paquita. A Paquita no le gustaba que le cogieran las cosas sin su permiso. Si alguna mariquita le cogía algo sin habérselo pedido, se lo decía sin gritar:
- Sabes que no me gusta que cojas mis cosas sin decírmelo. Dámelo y la próxima vez me lo pides.
Tampoco le gustaba que se metieran con ella o le dijeran cosas. A veces se metían con sus antenas porque las tenía muy grandes. Cuando eso ocurría Paquita lo decía muy clarito sin enfadarse y sin llorar:
-
No me gusta que te metas con mis antenas, porque yo tampoco me meto contigo.
Así que no vuelvas a hacerlo.
Pero si la mariquita seguía metiéndose con ella, no le prestaba atención y la mariquita se cansaba y la dejaba en paz.
Pero si la mariquita seguía metiéndose con ella, no le prestaba atención y la mariquita se cansaba y la dejaba en paz.
La
señorita mariquita también la quería mucho, aunque a veces la tenía que
regañar, porque Paquita volaba en la fila. Cuando eso ocurría, Paquita pedía disculpas e intentaba hacerlo mejor.
Éste era el truco y el secreto de la mariquita Paquita para ser buena amiga, relacionándose con los demás y que la respetarán. Si queréis ser como Paquita, probad su truco, seguro que funciona.
Éste era el truco y el secreto de la mariquita Paquita para ser buena amiga, relacionándose con los demás y que la respetarán. Si queréis ser como Paquita, probad su truco, seguro que funciona.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.