12 de septiembre de 2014

Normas de clase

Las normas de clase son muy importantes para el buen funcionamiento de la dinámica del aula. Los peques traen sus propias reglas desde casa y cuando llegan a clase actúan siguiendo esas normas. Pero en el cole también tenemos nuestras normas que debemos enseñársela de forma clara para que las vayan interiorizando. A ellos les dará seguridad, a medida que las vayan asumiendo, hasta constituirse en hábitos, que a su vez favorecerán el desarrollo de la autonomía individual. Es un apartado muy importante, así que este año iremos informando sobre cada una de las normas que se trabajan en clase y así también se pueden reforzar en casa. Estas se trabajan con diferentes actividades, siendo una de ellas a través de las historias contadas en "Cuentos para portarse bien en el colegio", donde sus personajes nos enseñaran como respetar cada norma enseñada.

La primera de ellas es: QUIERO Y RESPETO A MIS COMPAÑEROS, con la mariquita Paquita como protagonista.

Había una vez una mariquita que tenía 4 años que se llamaba Paquita. Como todas las mariquitas, era roja con puntitos negros. Ese año iba a la clase de la señorita Rosa. Paquita era una mariquita muy simpática, todos la querían y sabía hacer muchos amigos. Era lo que todos admiraban de Paquita, que todo el mundo quería estar con ella y que era la mejor amiga de todas las mariquitas.
Algunas que no la conocían pensaban que esto ocurría porque Paquita era muy guapa, pero no era por eso. Paquita no era ni guapa ni fea, era normal; en su clase había mariquitas bastante más guapas que ella y no por eso el resto de las mariquitas estaban tan a gusto con ellas como con Paquita.
Otros pensaban que era porque Paquita trabajaba muy bien. Pero tampoco era por eso. Paquita hacía sus trabajos y se esforzaba, pero otras mariquitas de la clase dibujaban, coloreaban o trabajaban mejor que ella y no eran mejor amigas que Paquita.
Os voy a contar cuál era el truco y el secreto de Paquita para ser tan querida por los demás, tener muchos amigos y que todos se sintieran a gusto con ella. Siempre que veía a alguien conocido
le decía sonriendo:

- Hola, ¿cómo estás?

Si alguna mariquita le contaba algo, Paquita
siempre escuchaba mirando a los ojos.
Paquita animaba a las mariquitas de su clase cuando tenían que hacer algo, para que se sintieran más tranquilas al hacerlo.
Un día la señorita mandó un dibujo y a una mariquita de su clase le salió precioso, fue el más bonito. Paquita le dijo:

- ¡Qué bonito te ha salido el dibujo, qué bien dibujas!

Siempre felicitaba a las demás cuando algo les salía bien, aunque lo hicieran mejor que ella.
Paquita también hacía cumplidos a los demás. Un día una mariquita vino a la clase muy guapa y Paquita le dijo:

- ¡Qué guapa vienes hoy y que lazo tan bonito te ha puesto tu mamá!
A las demás mariquitas les gustaba escuchar los cumplidos de Paquita y por eso la querían tanto, porque a casi todo el mundo le buscaba algo bueno para hacerle cumplidos.
Además si alguna mariquita había faltado a clase porque había estado enferma, Paquita le preguntaba después como se encontraba.
Algunas veces se portaban mal con Paquita. A Paquita no le gustaba que le cogieran las cosas sin su permiso. Si alguna mariquita le cogía algo sin habérselo pedido, se lo decía sin gritar:

- Sabes que no me gusta que cojas mis cosas sin decírmelo. Dámelo y la próxima vez me lo pides.
Tampoco le gustaba que se metieran con ella o le dijeran cosas. A veces se metían con sus antenas porque las tenía muy grandes. Cuando eso ocurría Paquita
lo decía muy clarito sin enfadarse y sin llorar:
- No me gusta que te metas con mis antenas, porque yo tampoco me meto contigo. Así que no vuelvas a hacerlo.
Pero si la mariquita seguía metiéndose con ella,
no le prestaba atención y la mariquita se cansaba y la dejaba en paz.
La señorita mariquita también la quería mucho, aunque a veces la tenía que regañar, porque Paquita volaba en la fila. Cuando eso ocurría, Paquita pedía disculpas e intentaba hacerlo mejor.

Éste era el truco y el secreto de la mariquita Paquita para ser buena amiga, relacionándose con los demás y que la respetarán. Si queréis ser como Paquita, probad su truco, seguro que funciona.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.